Gabriela no quiere a nadie, quiere cumplir sus metas primero, y luego pensar en el amor.
Ella es determinada, confiada, y aunque aparente fuerte ante los demás es debil y por las noches llora el no tener a nadie a quien abrazar.
Ella compensa esas carencias con cariños ajenos que a medias le suplen lo que necesita pero que la dejan satisfecha, al menos por ese día.
Gabriela pronto viajará a estados unidos a continuar su estudios, y su brillante carrera periodística.
Ella solo se relaja y aunque no busque, trata de encontrar quien llene ese vacío hasta que se vaya.
Gabriela sin querer conoció al chico de sus sueños, apuesto, inteligente, tierno y con aires de galán.
Ella se resistía a caer ante su ternura pero era mas debíl de lo que aparentaba. Le gustaba demasiado.
Gabriela sucumbió, lo dejó entrar un poco y dio riendas sueltas al destino, pense que Dios era demasiado poderoso para determinar si este sería su hombre, el indicado, el principe azul.
Ella estuvo ahí para él, lo dejó entrar a su vida despasio, primero saber su numero, luego saber sus cosas, hasta que el detalle de la partida tomó importancia.
Él no quería dejarla entrar.Ella tampoco, pensé que eso no tenía sentido.
Él lo penso mejor y la busco por momento, en reuniones le sonreía, le hacía sentir especial, ella le correspondía y se ilusionaba un poco.
Él temía a la relación a distancia y no quise seguir adelante, ella ante su desánimo tambíen desistió. Él no podía aguantar los sentimientos y la falta de cariño, le llamaba, le enviaba mensajes y le decía cosas que hacian que Gabriela soñara con algo especiál.
Gabriela soñó, se ilusionó con cosas que nunca fueron ciertas, tanto tiempo poniendo candado a un corazón roto para que no sufriera más, y al menor descuido te roban.
Ella ya no quiere intentarlo mas, falta un mes, ya se marcha, y solo los intentos la dejaron débil y exhausta. Él posiblmente no sabe lo que ella siente, es muy posible que ni entienda ni sienta realmente algo, pero Gabriela aprendió su lección.
Le pasó por ilusa, por creer que el amor puede arriesgarse, por creer que los demás se expondrían igual que ella y por creer que merecía la pena creer, le pasó porque desea amar, aunque se lo niegue lo desea con tantas ancias que hasta da lástima y ganas de llorar.
Ahora.. ella quiere olvidar lo ocurrido, y seguir, de él ya no quiere saber nada, puede que intente volver a lo mismo, a ese juego víl de querer y no querer a la vez, pero ya será muy tarde, muy muy tarde.