Partir de Santo Domingo fue duro, acoplarme a la idea de que me iba, luego de varios días de estrés sin visa, fue largo, arduo y muy aguado (lloré mucho), primero, porque sabía que lo que venía no era fácil y segundo porque mis familiares, amigos y demás conocidos me hicieron ver a su propia forma la falta que yo les haría. Recuerdo con ternura la frase de una de mis sobrinas diciendo “Ay tía, ahora si que estaré mal, primero se va mi papi y ahora te vas tu, ya si que no podré estar bien!! ”, escuchar esto me partió el alma y destapó todos los sentimientos reprimidos que tenía para no entristecer a los demás.
Siempre he dicho que Dios tiene una obra maestra con cada uno de nosotros y cada suceso pasa porque él asi lo quiere, mi visa llegó un día después de la fecha que tenía mi vuelo, pero me permitió pasar mi cumpleaños con mi familia, con mis amigos y con todas las personas que quiero, ese día aunque estaba triste por mi ida inminente disfrute de sus felicitaciones, de sus sorpresas de mi suamito que se desvivió por hacer que fuera uno de mis mejores días en el país y porque estaba ahí con mis padres disfrutando de su cariño y de su atenciones.
Al fin había llegado el día, luego de los preparativos de lugar me dispongo a irme, mis maletas siempre dan mucho agua que beber porque quiero llevarlo todo, y si tengo sobrepeso para viajes de 20 días que seria para este que es de un año y medio, en fin, en el aeropuerto luego de esperar 3 horas en lista de espera, 10 minutos antes del abordaje me informan que podré volar, el trajín y corre corre no dio lugar a lagrimas ni a despedidas tristes, al menos en ese momento, porque ya en el avión mis lagrimas afloraron y no pude aguantarme.
Arribe con ánimos, mis amigos me recibían en el aeropuerto felices de mi llegado, al fin no estábamos solos, ya somos mas para afrontar lo que venga, somos 3 para esta odisea.
Lo primero de todo fue adecuarme a lo nuevo, el metro, al cual se accesa por una tarjetita de cartón que te acredita a 1 euro por cada ida, luego las reglas de transito peatonal que te obligan a esperar la luz verde para cruzar en las rayas blancas, entender que los madrileños son desesperados y siempre andan rápido, lo que implica dejarles el paso libre en cualquier vía, incluso en las escaleras, debiendo tomar la derecha para que ellos por la izquierda puedan subir a su velocidad.
Fue curioso ver que los mangos de las puertas están al centro y no en el medio a la orilla de la puerta (se que es algo tonto pero me llamo la atención), que para descargar los inodoros debes halar una palanquita en el centro de la tapa, o presionar un botos en ese centro, no al lado como lo vemos comúnmente, que puedes tomar agua de la llave porque es potable, aun cuando esta sepa horrible, comer papa y pan todo el santo día, porque su comida es a base de ello y entender que simplemente no estas en tu país y que todo es diferente.
Luego de ese proceso de adecuación estuvo caer en la realidad de la búsqueda de pisos (apartamentos), para el extranjero esto no es mas que una pesadilla que no le deseo ni a mi peor enemigo, pues te piden fianzas, aval bancario, nómina, etc, solo les faltaría hacerte un examen psicológico o pedirte radiografías, pues no tienen mas que pedir.
Luego llega la parte en que te sientes solo, extrañas a tus seres queridos, ves que la mentalidad es diferente y simplemente quieres volver a lo anterior porque es lo que conoces, pero he sido fuerte, entiendo que Dios me ha dado una fortaleza increíble y además porque sé que este viaje es un esfuerzo de muchos, de mis padres por los gastos que han incurrido, mío porque todo lo que he pasado, y de todos mis allegados que de una u otra forma han colaborado para que yo este aquí formándome.
Pero ahora viene lo bueno, ahora me llega la parte dulce de esta travesía, luego de 15 días de búsqueda por fin TENGO PISO!!, la felicidad que me embarga no me da la oportunidad de expresar en palabras lo que se siente estar por fin estable, hoy 24 de octubre firmaremos el contrato de alquiler y posiblemente mañana este ingresando en mi nuevo hogar, que aparte de ser excelentemente bueno, esta a tres pasos de la uni y muy bien comunicado, con transporte, tiendas y demás.
Agradezco sobremanera la preocupación de muchos de ustedes en momentos en los que no estaba tan fuerte, su llamada, su correo y sus mensajes me han dado más de lo que se pueden imaginar, sé que cuento con su apoyo aún en la distancia y por ello nunca les defraudaré. Gracias Mil.
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